El Estado de Israel se encuentra en Medio Oriente, rodeado al oeste por el Mar Mediterráneo, al norte Líbano, al este Siria, Jordania y Cisjordania, al oeste la Franja de Gaza (estas dos últimas zonas pertenecientes al Estado de Palestina) y al suroeste Egipto.
Con una superficie de 22.000 km2, la mayor parte del territorio de Israel es desértico e inhabitable, pero la diversidad es única incluso en el paisaje, ya que esas tierras áridas contrastan con tierras fértiles y picos montañosos nevados.

Lleno de historia, cultura y base de religiones, Israel es una sociedad formada por una multitud de etnias que conviven en un solo lugar: judaísmo, varias ramas del cristianismo, islam, entre otras.
Los idiomas hablados en Israel son el hebreo y el árabe, pero por su gran diversidad en sus calles pueden escucharse hablar muchos idiomas.

La moneda oficial de Israel es el Shekel o NIS (New Israeli Shekel). Aunque muchos lugares permiten pagar en dólar estadounidense o en euros, es recomendable cambiar a Shekel para moverse mejor. En muchos negocios y restaurantes aceptan las tarjetas de crédito internacionales más importantes sin problemas, y se pueden encontrar cajeros automáticos con facilidad.
Un detalle para tener en cuenta al viajar a Israel es que los sábados son los días de descanso para los israelíes.  En hebreo este día se llama ‘Shabat’, comienza con la puesta de sol del viernes y termina una hora después de la puesta de sol del sábado. Durante estos días algunos locales pueden permanecer cerrados.

¿QUÉ VISITAR EN ISRAEL?

Comenzamos por el puerto de llegada y centro económico de Israel, Tel Aviv. Esta ciudad tiene un animado ritmo, no solo durante el día sino que también la actividad nocturna aquí hace que se la conozca como una de las ciudades que nunca duerme. Además Tel Aviv cuenta con algunas de las celebraciones más destacadas del movimiento LGTB.
Tel Aviv se puede recorrer a pie fácilmente. No se pueden dejar de visitar Jaffa (o Yafo o Jaffo), la zona portuaria antigua con un casco histórico increíble, y una gran oferta gastronómica de pescados frescos y mercados.


El viajero debe tener en cuenta que en Israel se encuentra mucha gastronomía kasher. La kashrut es la modalidad alimenticia judía basada en las enseñanzas del Antiguo Testamento. Esta modalidad requiere no mezclar productos lácteos con carnes y prohíbe las carnes de cerdo y mariscos.
Sin dudas la ciudad más nombrada y una de las más antiguas en el mundo es Jerusalén. Ésta es la capital del Estado de Israel y también es llamada Ciudad Santa. En la parte vieja de Jerusalén, en la ciudad amurallada, se pueden recorrer los barrios Musulmán, Cristiano, Armenio y Judío. Esta zona alberga sitios sagrados muy importantes como el Muro de los Lamentos, la Vía Dolorosa y el Santo Sepulcro, el Monte de los Olivos, el Monte Sion y la explanada de las Mezquitas.


Israel es un país pequeño y las distancias no son demasiado grandes, es por eso que podemos hacer varias excursiones desde Tel Aviv o Jerusalén en el día. Por ejemplo, visitar las ruinas romanas en Cesarea, los jardines persas de Bahá’i  y el Monte Carmelo en la ciudad portuaria de Haifa. O bien ir a conocer lugares conocidos por su historia bíblica en la zona del Mar de Galilea, como la ciudad de Nazaret donde está la Basílica de la Anunciación, el paseo marítimo de Tiberias y  la antigua fortificación de San Juan de Acre.
Y por supuesto recomendamos visitar Belén, que se encuentra a 5 km. al sur de Jerusalén, para recorrer el campo de los pastores, la plaza del Pesebre, la Basílica y la Gruta de la Natividad. Tanto para visitar Belén o Jericó, los turistas deben llevar su pasaporte ya que esta región pertenece a la autoridad de Palestina.

El Mar Muerto es otro de los lugares estrella para visitar en Israel. Este es el punto más bajo en la tierra, situado a 453 metros bajo el nivel del mar. Y se lo conoce como ‘muerto’ porque tiene una salinidad 9 veces más alta que cualquier otro mar u océano, generando condiciones adversas que hacen que la vida acuática sea más limitada.  Otra particularidad de bañarse en estas aguas altamente saladas es que los cuerpos flotan casi sin esfuerzo. Pueden tomarse una foto muy típica aquí leyendo un diario o un libro y así demostrar que no es un truco!
Muy cerquita también del Mar Muerto puede visitarse la Fortaleza de Massada, en el desierto de Judea, que fue la última fortificación construida por los judíos en su lucha con los romanos y también las cuevas de Qumran, lugar donde se encontraron los rollos del Mar Muerto (antiguos pergaminos que se terminaron convirtiendo en los primeros escritos de los textos bíblicos).

Otros atractivos más al sur de Israel son la capital del desierto Beersheva y Neguev, donde se pueden hacer deportes extremos como el snappling o la muy de moda ‘starlight’ para ver las estrellas en un cielo con poquísima contaminación. Además pueden realizarse algunas actividades en campamentos beduinos.
Y por último, en el extremo sur, en la ciudad balnearia de Eilat, se puede disfrutar de las playas del Mar Rojo, hacer buceo en los arrecifes de corales, nadar con delfines, o visitar el mejor observatorio submarino del Medio Oriente.
 



¿CUÁL ES LA MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR A ISRAEL?

El clima en Israel es bastante constante y templado en verano, siendo Julio y Agosto los meses más calurosos. Los inviernos son frescos, con ocasionales nevadas en la zona montañosa. Tiene una estación de lluvias que va de Noviembre a Abril, especialmente los meses de Enero y Febrero, pero realmente las precipitaciones son muy escasas. La mejor época para viajar a Israel es durante la primavera o el otoño, aprovechando que las temperaturas no son extremas. Es decir de Marzo a Junio y de Septiembre a Noviembre.

Se debe tener en cuenta a la hora de planificar un viaje a Israel evitar las fechas de festividades religiosas, no solo por la suba de las tarifas, sino también porque las ciudades estarán abarrotadas de gente.

¿CUÁNTOS DÍAS PARA VIAJAR A ISRAEL?

El itinerario ideal para viajar a Israel debe ser de al menos unos ocho días, para poder visitar de esta manera los sitios más interesantes como Jerusalén, Galilea y Tel Aviv. Como las distancias son tan cortas, desde Tel Aviv o Jerusalén se pueden hacer la mayoría de las excursiones en el día alojándose en un solo lugar. Si quisieran pasar unos días de relax o de playa se podrían sumar 3 o 4 noches en Eilat o en un lindo resort en el Mar Muerto.

Además unas vacaciones a Israel pueden combinarse con un tour por Jordania para conocer la famosa ciudad perdida de Petra, también llamada la ciudad rosada.

¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS PARA VIAJAR A ISRAEL?

Antes que nada, el pasaporte! Siempre se debe contar con hojas libres suficientes para los sellados. El pasaporte debe ser válido al menos por 6 meses después del viaje.
Actualmente al ingresar al país no se sella el pasaporte sino que se le otorga al viajero un recibo que debe guardar hasta salir del país, y no es necesario tener Visa para Israel. E incluso tampoco tenemos ninguna vacuna obligatoria para ingresar a Israel.
Tené en cuenta que esta información es a modo informativo, y recomendamos que cada viajero consulte con la Embajada los requisitos actualizados, y con su médico de confianza las vacunas y tratamientos sugeridos.

ITINERARIO DE VIAJE A ISRAEL

Podemos decir entonces que las mejores épocas para viajar a Israel son durante la primavera y el otoño, especialmente en los meses de marzo, abril, septiembre y octubre. También es posible visitarlo en otros meses del año pero deberán tener en cuenta el calor o el frío intenso.
Israel es un destino apto para viajar en familia o en grupo para descubrir los sitios históricos más interesantes e importantes del mundo.
El paquete ideal para viajar a Israel es de al menos 8 días, para así poder conocer Tel Aviv, Jerusalén y el Mar Muerto, entre otros puntos importantes.


También hay que tener en cuenta que un viaje por Israel puede tener orientaciones religiosas al cristianismo o judaísmo, por eso es bueno aclarar qué tipo de viaje se quiere hacer, para dar más importancia a sitios históricos para alguna de las dos religiones. Esto nos ayudará a poder conocer más sobre nuestra propia religión o descubrir más sobre la otra.